Summertime

Ayer solté las riendas. Cuanta paz. Me empezé a elevar, despreocupada, por primera vez en mucho tiempo empezé a volar. Y de repente me agarró de un ala, la jaló tan fuerte que tuve que hacer un aterrizage forzoso. Me caí miserablamente entre la mugre esparsa en esa alfombra de gente cool. Me volví gris otra vez. Se había perdido la eternidad del momento junto con la inmensidad de sus ojos. Me ahogó esta soledad desgarradora.

Por dios, te piden que vuelas, pero son incapaces de volar contigo, se regocijan de ser poetas, seres finos y distinguidos que entienden las sutilezas del alma... Pero a la hora de atacar la carne cerca del hueso, se les entumen los dientes.

Me fui para no llorar, para no desgastarme en una etilica y esteril demostración de la incoherencia.
Porque tambien tengo orgullo.
Porque soy idealista y que no puedo renunciar jamas a la magia de lo exquisitamente indefinido... Hasta que se defina, deliciosamente.

Porque cuando la magia( no la ilusion que quede claro) ya no es más que un concepto literario, cuando la realidad es que todo es puro conficto interno desgatante y ajeno, huyo.

Si, soy cobarde, y que? Aun no ha nacido el que me haga soportar lo mediocre, lo doloroso, lo feo.

No puedo con lo complicado, lo estrategico, lo angustiado, lo arrepentido de todo y de nada a la vez.

No puedo con una idea de amor que este tantito abajo de sublime. No puedo no tratar de hacer que la "idea" no sea nada mas que una vil chaqueta mental.


Bendito calor... Si hiciera frio ahi si me muero de tristeza!
Al rato mi copa de martini rosso, mi rodaja de naranja, cerrare mis ojos y me iré a dar unas vueltas sobre los techos de mi melancolia.