Podría hacer cosas, adelantar mi trabajo, ser constructiva, etc, etc, etc. Pero no. No puedo. He perdido gran parte de mi orgullo creativo, mis querubines, mis primeras emociones, pequeñas glorias otorgadas a mi, por mi, que casi nadie ha visto.
Estoy como una niña olvidada por sus mama en medio de las verduras... No entiendo.
Como una madre que trata de recordar en que momento dejó de prestarle atención a su hija. ¿En donde podría estar? ¡Si, claro! ¡LAS VERDURAS! Corre, como nunca ha corrido antes, divisa a lo lejos los jitomates, las naranjas, las piñas, las papas, las cebollas, los champiñones, las lechugas, las zanahorias, los betabeles, las berenjenas, ceresas, platanos, mangos, si la encuentra, le hará la ensalada más rica del mundo, cuando tenga 18 seguirá hablando de la pinche ensalada, "igual y hasta le dan ganas de volverse chef por esa ensalada que le voy a hacer........................"
UN HOYO NEGRO. En medio de las verduras, un puto hoyo negro. No solo no está, sino que hay un vacío ahí, justo donde estaba parada la chiquita. Una gigantesca supernova, un mundo está a punto de nacer ahí, justo ahí, chingada madre!
(llantos, llantos, llantos, sollozos, sollozos, lagrimas y mas lagrimas)
Como diría Chui el frutero (auténtico):
"La vida es como una sandía: a veces es roja, a veces es más roja"
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2 comentarios:
O como diría el Chencho, el paletero, historia real:
"la vida es una paleta helada, le chupes o no le chupes, se acaba..."
jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajja....
Crisis de risa, deben ser los nervios...
jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaj
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