Quinto café, décima coca cola del día. Estoy en un estado de alteración que no me aguanto... Tengo un chingo de chamba, intento no olvidarlo. A cada rato se me aparece un old fashion lleno de martini rosso con un chinguero de hielos y una rodaja de naranja... Un cigarro prendido en mi mano derecha y el libro que estoy leyendo en la izquierda... Un furioso arranque de 40cm de tela a mi falda... No es facil concentrarse. Cuando se pierde mi mirada por la ventana, cae y recae siempre sobre la incontornable vista que tengo de uno de los vómitos arquitectónicos mas impresionantes de esta deliciosa ciudad...
Zero inspiración, zero concentración, todo bien.
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1 comentario:
Ese tio nasty tan adivinador. Quieto, quieto. Jeje.
Nada como la inercia.
Por cierto, el vómito arquitectónico no es para tanto. Si no tuviera esos ladrillos tan "castillescos" y se le viera igual por detrás que por delante, podría ser una bonita figura geométrica de tamaños incomensurables.
Puta trigonometría: No sé porque me gustaba tanto.
Hics!
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