xmlns:http://www.myspace.com/missbehaveviour the rain drop sessions / mi catarsis elemental: La amiga de una amiga, de una amiga...

sábado, octubre 04, 2008

La amiga de una amiga, de una amiga...

Cuando nació no recibió su nalgada con el llanto protocolar sino con una carcajada que dejó perplejos a todos los presentes. Esta peculiaridad iba a ser un lastre en su vida como un dardo untado con demasiado curare atravesado en el corazon.

Un reflejo aparentemente tan natural que se volvería mas adelante un vil reflejo pavloviano. Un autocondicionamiento que la sacaría de apuros de sus ojos para afuera pero que la catapultaría a veces en los contubernios abismos de su propio universo interior. Con el tiempo, se reiría cada vez mas de sus tropiezos, creando poco a poco una telaraña de intentos (fallidos, por supuesto) de puentes para cruzar sus abismos.

Desde muy pequeña, cuando se encontraba caminando en una playa, descalza, a orilla del mar, la espuma acariciando sus pasos, disfrutando el instante con cada poro de su piel, le gustaba cerrar los ojos, como un gesto logico, un elemento esencial a la intemporalidad de la experiencia. Los primeros segundos eran un festival de percepciones y de sensaciones de una agudez poco común. Pero luego, llegaba ineluctablemente el mareo de sentir el vacio hacer presion sobre su materia, de tal manera que la podia desintegrar totalmente. La idea de la perdida de su propia palpabilidad la precipitaba en un estado de casi sofocación que le hacía abrir los ojos como pulmones de ahogado recién rescatado.

Y asi se sentía a menudo... Queriendo saltar al vacío, avanzar los ojos cerrados, sentir con otra cosa que con su desconcertante espacio-temporalidad, sin lograrlo nunca realmente, vencida por el famoso reflejo pavloviano, el de abrir los ojos, el miedo al miedo. Vistazo tras vistazo, se iba decepcionando de su propia cobardia, del insoportable caracter efimero de sus intentos de soltura. Solia invocar su soberana y regeneradora carcajada con un trago, de preferencia tras otro, y mas fuerte, mejor.

Pero llegó un momento en su vida, un momento bien preciso... Se cansó. Se cansó de sus carcajadas que sonaban mas falsas que nunca. Los tragos, las noches, la gente, los lugares, las conversaciones, todo se fundía en una sola masa gris y espesamente viscoza. Esa noche en particular sintió ganas de maremoto. De un gigantesco huracan que la sacara del pantano en el que se habia estado deslizando, autocomplaciente y contemplativa.

Tenia sed de absolutos, de presentes acumulados, de certezas cada dia renovadas pero certezas al fin... Algo simple, finalmente. Algo simple e intenso. Sin miedo y sin desconfianza. Queria elevarse, volar, tranquila, libre. Pero no lo lograba. Otra vez la vencian sus miedos. Tal vez mas quedito que de costumbre pero la sola reminiscencia, el miedo al miedo... (escalofrio).

Una vez, unos ojos escrutadores y misteriosos tomaron sus revoloteos mentales con mucha calma, respondiendo de lo mas honestamente y naturalmente, con sus propios sobresaltos. Se vió en un espejo que no podia haber soñado mas translucido... Talvez por una vez podría dejar de fingir, vencer y experimentar vivir concretamente.

Al fin que poco a poco, se le saca el agua al coco.

1 comentario:

B.B.B king dijo...

Y ese agua de coco... creeme que con ginebra y piña: tenemos y una riquisisiisma "piña colada!!!!" :D